Anexo Documental

Línea 1 - Análisis de la situación industrial

1.2.1 Estado de la técnica y el negocio en España y Andalucía

La gran industria tecnológica en España está compuesta, en su mayor parte, por multinacionales extranjeras. Dentro de la cadena de suministradores, sí existe una importante industria auxiliar española, pero dependiente de la anterior. Hasta hace pocos años, estas multinacionales se instalaban en España buscando bajos costes de producción. Sin embargo, la globalización, la deslocalización y el compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente actuales sitúan a la industria española en una posición comprometida: por un lado, los costes no son más baratos que en otros lugares, y, por otro, la adaptación tecnológica a nuevos productos y procesos de fabricación implica una cultura empresarial de innovación que es deficitaria en algunos casos.

Sin embargo, en España existe una industria orientada a la protección medioambiental que se considera estratégica, con lo que la orientación de la recomendación de la Comisión hacia el reciclado y el aprovechamiento de los materiales hacen que esta industria se vea favorecida. Además, las energías renovables en España han experimentado un notable desarrollo durante los últimos años que han contribuido al establecimiento de un sector industrial de alto valor añadido y con prestigio internacional.

En lo que respecta a Andalucía, la situación es similar a la del resto de España, aunque quizás más acentuada. La deslocalización ya es un hecho, y lo que hubiese sido un proceso deseable de mayor tecnificación de las factorías, dotándolas de modernos y eficientes procesos de fabricación, ha derivado en la mayoría de los casos en un mantenimiento de la capacidad tecnológica existente, que ha hecho insostenible a largo plazo la competitividad de estas factorías.

Hay, sin embargo, dos sectores industriales en Andalucía que sí pueden considerarse más desarrollados tecnológicamente que el resto: el Aeronáutico y el de las Energías Renovables. En el caso del sector Aeronáutico, Andalucía cuenta con tres de las cuatro factorías de Airbus en España. Una de ellas, la línea de montaje final del A400M, es una de las más modernas del mundo y la factoría de Puerto Real está dando pasos significativos hacia la robotización de las operaciones de montaje, el control medioambiental y la optimización de los recursos empleados. Alrededor de Airbus se ha configurado una red de proveedores y suministradores (a los que el cliente les marca la pauta en temas de diseño, producción, calidad, etc.), un parque tecnológico exclusivamente aeronáutico (Aerópolis), un centro tecnológico de referencia (CATEC), y unas escuelas de ingeniería que nutren de personal cualificado a las anteriores, entre otros actores.

En el caso de las energías renovables, existen empresas destacables en generación de energía eléctrica de carácter renovable vía solar (termoeléctrica y fotovoltaica) y eólica, en proyectos de demostración de redes inteligentes, en electrónica de potencia, en redes eléctricas propiamente dichas, y en TIC aplicadas a la energía, entre las que destaca Abengoa.

1.2.2 Fortalezas y debilidades para España y Andalucía

  • España se sitúa por debajo de la media europea en empresas de alto o muy alto contenido tecnológico, por lo que parte de una posición de desventaja y de debilidad frente a otros países.
  • En España, existen grandes diferencias entre unas comunidades autónomas y otras, en cuanto al tejido industrial se refiere. Las industrias del País Vasco, Madrid y Cataluña son las que mayor base tecnológica presentan. Sectores como el de la máquina-herramienta, el de las nanotecnologías o el sector auxiliar del automóvil son referentes en estas Comunidades, que deberían tener una participación destacada en este debate.
  • España cuenta con poca presencia en las actuales PPP europeas relacionadas con la industria en general, como las de Vehículos Verdes, Fábricas del Futuro y Procesos Industriales Futuros y Sostenibles. También tiene escasa o nula presencia en las Iniciativas Tecnológicas Conjuntas bajo el artículo 187 del Tratado de la Unión Europea, que tienen un carácter meramente industrial, como Clean Sky (aeronáutica), Hidrógeno y Pila de Combustible o SESAR (investigación en gestión del tráfico aéreo). Se trata de una debilidad que conviene superar, no sólo involucrándose en las estructuras existentes, que serán renovadas, sino participando en la creación de la nueva PPP sobre procesos industriales sostenibles desde el primer momento. La Administración debe jugar un papel importante de apoyo a las empresas que quieran integrarse en estas estructuras.
  • En Andalucía, la principal debilidad es que se parte de un punto más desfavorable que en el resto de España, pero como fortaleza se puede mencionar la buena base científica que aporta la Universidad y el tejido de agentes del conocimiento, que si bien debe reacondicionarse y racionalizarse, permitirá crear masa crítica para optar a mercados exteriores. El aspecto de la clusterización debería de reforzarse y coger peso específico para poder servir de palanca e impulsar estas medidas de manera más eficaz.

1.2.3 Diagnóstico y recomendaciones

Cualquier área de negocio que se plantee desde la perspectiva de la eficiencia energética ofrece muchas ventajas, como la reducción de la creciente dependencia de las importaciones de energía, soluciones a la escasez de recursos energéticos o la necesidad de impulsar la recuperación económica de la UE. El objetivo de aumentar un 20% la eficiencia energética de la UE para el año 2020 cubre un área dinámica con un alto potencial de desarrollo y crecimiento. El cambio a una economía más eficiente en energía acelerará la difusión de soluciones tecnológicas innovadoras y mejorará la competitividad de la industria, impulsando el crecimiento económico y la creación de dos millones de puestos de trabajo sostenibles estimados en diversos sectores para 2020.

La industria europea se ha mantenido en una posición de liderazgo en las últimas décadas, pero ahora afronta nuevos cambios globales en varios sectores estratégicos como el transporte, el espacio, el farmacéutico, el agroindustrial, y en algunas industrias y procesos de fabricación como los del acero y el naval. Aunque la CE no menciona ningún sector específico, sí hace hincapié en las pymes innovadoras, lo que en el caso de España supone un reto importante, ya que la gran mayoría son industrias con procesos tradicionales y escasamente tecnológicos. La apuesta por las industrias de alta o muy alta tecnología supone una oportunidad si se consigue complementar previamente con un apoyo público nacional y autonómico a la modernización, paso previo necesario para cambiar el modelo empresarial a uno más innovador. Así, las tecnologías avanzadas de fabricación con vistas a una producción limpia en España se podrán consolidar y las industrias podrán ser más competitivas en el entorno internacional.

Se debe promover y favorecer la creación y la potenciación de clústeres regionales de industrias tecnológicas, de tal manera que se promuevan mayor masa crítica y sinergias para salir a nuevos mercados. La RIS3 determinará cuáles de estos clústeres serán los nuevos polos industriales de excelencia.

La línea de reducción del consumo de materias primas y del uso de la energía se presenta como una de las más relevantes de las propuestas, ya que afecta a todos los sectores industriales y la Comisión Europea reconoce su papel en la recuperación de la economía y en la salida de la crisis dotándola de una gran cantidad de recursos en I+D+i. La oportunidad para España es clara: la modernización de la industria española tiene que hacerse irremediablemente contemplando un uso eficiente de todos los recursos implicados.

Según datos de la UE, la industria representa el 27% de la demanda final de energía en la UE y la mayor parte (70%) se concentra en las grandes industrias de materias primas. Los trabajos acelerarán la investigación y demostración para la optimización del uso de materiales, recursos y procesos y sinergias entre las industrias. En cuanto a los edificios, casi el 40% del consumo final de energía se encuentra en casas, oficinas y tiendas, entre otros. En el caso de España, al igual que en Andalucía, estas proporciones no son iguales: no existe tanta gran industria de materias primas, pero sí hay un elevado consumo en los edificios mencionados. Con lo cual, las medidas adoptadas en esta línea prioritaria afectan en mayor medida a España, y se debe aprovechar esta coyuntura para renovar no sólo las grandes industrias de materias primas, sino toda la industria auxiliar, las pymes industriales y los edificios industriales en general.

Para que se produzca este cambio en la industria española y se reduzca el consumo de energía y recursos, se deberían establecer medidas centradas en la eliminación de las barreras no tecnológicas a través de la creación de capacidades y del apoyo a la movilización de inversiones. También se debe actuar para generar las condiciones que permitan a las empresas españolas acceder a mercados emergentes de productos y servicios con bajas emisiones de carbono, eficientes y con bajo consumo de recursos. En Europa, se espera que las actividades de esta línea prioritaria supongan una reducción de entre 15 y 20 millones de toneladas equivalentes de petróleo en el consumo de combustibles fósiles, más de 20.000 millones de euros de nuevas inversiones en energía, la creación de alrededor de 250.000 puestos de trabajo relacionados con la industria de bajas emisiones de carbono, y la mejora de la base de conocimiento de los actores de la UE en todos los ámbitos. Las PPP Fábricas del Futuro y Edificios Energéticamente Eficientes contribuirán al objetivo de esta línea prioritaria.

Por otro lado, la posible creación de una PPP sobre procesos industriales sostenibles es otra interesante oportunidad para España y sus industrias. Como todas las PPP existentes, estaría relacionada con otras iniciativas relevantes como los Partenariados de Innovación Europeos, las Plataformas Tecnológicas Europeas y las Iniciativas de Programación Conjuntas. Estas estructuras proveerían de temáticas prioritarias de investigación en las convocatorias de proyectos de I+D+i en el Horizonte 2020, por lo que estar en ellas resulta una oportunidad de adelantarse a los acontecimientos y preparar buenas propuestas de colaboración en I+D+i.

Respecto a Andalucía, como se ha mencionado, existen dos sectores que podrían ser “tractores” de este tipo de tecnologías limpias: el Aeronáutico y el de las Energías Renovables. Esto supone una oportunidad para todo el tejido proveedor
de ambos sectores, en su mayoría compuesto
por pymes.